Me gustaría comentar en este artículo, y siguiendo en la línea de los anteriores, alrededor de textos extraídos de "LA VERDAD DE GIORDANO", un aspecto chocante de la constante gravitatoria "G".
En el capítulo XX de la arriba citada obra se comenta que la constante gravitatoria no sería tal, ya que de lo contrario habría una cierta contradicción con el principio inflacionario, además de perder la gravedad el papel que se le ha dado en las recientes teorías cuánticas sobre la formación del Universo, de reservorio energético. En este mismo capítulo se razona que la variabilidad de "G" se fundamenta en su funcionalidad temporal con carácter divergente en el sentido que en un supuesto "Big Crunch" su valor se haría infinito.
Asímismo, Robert Clarke en su ensayo "LOS NUEVOS ENIGMAS DEL UNIVERSO" comenta la posibilidad de que las constantes de la física dejen de serlo en otros universos, llegando incluso a plantearse la posibilidad de que aquellas no sean más que meros artificios de cálculo para poder manipular matemáticamente las leyes de una física circunscrita a nuestro entorno.
Pensemos en la relación einsteniana que liga de forma inversamente proporcional la densidad crítica del Universo con la constante gravitatoria y el tiempo de expansión de aquél, pués bien, para un determinado tiempo de expansión, que actualmente se estima en aproximadamente quince mil millones de años, la densidad crítica se iría reduciendo con el tiempo hasta anularse en el "Big Crunch", cosa que no debería extrañarnos sí tenemos en cuenta que esta no representa un valor másico de forma absoluta, sino que tan solo cabe interpretar como un índice de la materia necesaria para cerrar el Universo, materia, cuyo valor se haría infinitesimal sí la "constante" de atracción gravitatoria llegara a adquirir valores muy grandes.
En resumen, no importa que lo que arriba se ha comentado no pase de ser una especulación más de fenómenos cosmológicos, lo que debe interesar e inducir a reflexión es la nueva duda que se nos plantea sobre los hasta hace poco dogmas de la física. Ya no basta con el principio de indeterminación cuántica, sino que además nos encontramos con la duda razonable de que las constantes que hasta ahora han sido los pilares de la matemática aplicada puedan seguir manteniendo su carácter de tales en entornos exóticos.
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